Estas oraciones de autores anónimos son para estar a salvo
de todo tipo de peligros, males, infortunios y accidentes. Dentro de la
creencia cristiana son muy bellas y de común uso. Te animo lector a que las
utilices diariamente.
DOMINGO
Líbrame, Señor, de todos los males, pasados, presentes y
futuros, tanto del alma como del cuerpo; dame, por tu bondad la paz y la salud.
Concédemelas durante toda mi vida, a fin de que con la ayuda de tu misericordia
no tenga nunca que temer ningún trastorno. Que la paz del Señor esté siempre
conmigo. Que tu paz celestial, Señor, permanezca siempre entre yo y mis
enemigos, tanto visibles como invisibles. Que la paz del Señor me ayude y me
proteja en mi alma y en mi cuerpo.
LUNES
¡Oh Señor! Líbrame de todo mal, consuélame en mi aflicción.
¡Oh Señor! Ayúdame y socórreme en todas mis necesidades, mis miserias, mis
empresas y mis peligros. Líbrame de todas las oposiciones, emboscadas y
enemigos. Dame tu bendición Señor, que con sólo Tu palabra has creado todas las
cosas. Que la bendición del Señor este siempre conmigo. ¡Así sea!
MARTES
Que la bendición del Señor al consagrar el pan y repartirlo
entre sus discípulos, esté siempre conmigo. Que la bendición de los Ángeles,
Patriarcas, Apóstoles y Todos los Santos, esté siempre conmigo. Que la
bendición del Señor me sostenga y me proteja; que Su eterna bondad me guíe.
¡Así sea!
MIERCOLES
¡Oh Señor, ten piedad de mí! ¡Oh Señor; defiéndeme contra el
enemigo y líbrame de todo mal! Que el Señor se digne concederme la gracia para
triunfar sobre todos mis adversarios. Que el Señor me libere continuamente de
todos mis males. Señor, socórreme y sálvame, Tú que me has redimido por Tu Cruz
y Tu valiosa sangre. ¡Así sea!
JUEVES
Señor, ilumina mis ojos con Tu verdadera luz a fin de que el
sueño eterno no los cierre. Mientras el Señor está conmigo, no temeré en
absoluto la maldad de mis enemigos. Oh señor, consérvame, ayúdame, sálvame. Que
la sola pronunciación de Tu nombre, toda rodilla se doblegue, en el cielo, la
tierra y en los infiernos. Sé, sin lugar a dudas, Señor, que en cuanto te
invoque, en cualquier día y a cualquier hora, estaré salvado. ¡Así sea!
VIERNES
¡Señor! Dulce sea Tu nombre. Nombre que fortalece el corazón
del hombre; nombre de vida, de salvación y de alegría, precioso nombre,
glorioso y agradable; nombre que fortifica al pecador; nombre que salva,
conduce, gobierna y lo conserva todo; que te agrade, Señor, por la fuerza de
este mismo nombre. Ilumíname a mí, que estoy ciego; a mí que estoy sordo,
disipa mi sordera; levántame, a mí que estoy cojo; devuélveme el habla, a mí
que estoy mudo; a mí, que soy pecador, dame salud; devuélveme la vida, con el
fin de que estando siempre en ti, alabándote, honrándote porque toda alabanza
te es debida ya que eres el único digno de gloria. ¡Así sea!
SÁBADO
Señor, se favorable, duce y propicio; concédeme un espíritu
santo y voluntarioso a fin de que así te devuelva el honor y el respeto que te
corresponde. Señor, guíame con Tu dulzura por el camino de la salvación eterna.
Líbrame, Señor, de todas las plagas, de la pobreza y de las trampas de mis
enemigos. Señor, que estas oraciones me protejan contra mis enemigos, contra
todo mal y todo peligro. ¡Así sea!
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